En esta primera comunicación, nos referiremos a información proveniente del CDC –
Centro para el Control y la Prevención de Enfermedad – USA, organismo de
salubridad que genera reportes semanales sobre morbilidad y mortalidad, los
denominados Morbidity and Mortality Weekly Report (MMWR); los cuales representan
el principal vehículo de la agencia para la publicación científica de información y
recomendaciones de salud pública oportunas, confiables, autorizadas, precisas, objetivas
y útiles. Encuadrándose frente a la actual pandemia por la COVID-19 brinda importante
información científica https://www.cdc.gov/mmwr/Novel_Coronavirus_Reports.html .
La importancia de dichos reportes radica en que numerosas de sus consideraciones y
conclusiones, se adaptan íntegramente a la problemática sanitaria de nuestros servicios
penitenciarios, como así también, a lugares de detención transitoria, como son las
alcaidías y comisarías. Con la intención de puntualizar algunos conceptos de interés
médico legal y sanitario, se realiza una síntesis de los principales conceptos vertidos por
uno de ellos, como así también, las implicancias sanitarias del mismo.
No centraremos en el siguiente reporte, Pruebas de laboratorio en serie para la
infección por SARS-CoV-2 entre personas encarceladas y detenidas en un centro
correccional y de detención – Louisiana, abril-mayo de 2020
https://www.cdc.gov/mmwr/volumes/69/wr/mm6926e2.htm?s_cid=mm6926e2_w . Este
estudio fue diseñado y realizado por las autoridades del Departamento de Salud de
Louisiana y el CDC, como una respuesta de salud pública ante la actual pandemia por la
COVID-19; con el objetivo de evaluar la prevalencia de infección con SARS-CoV-2
(agente etiológico) entre los residentes encarcelados y detenidos en cuarentena, y para
evaluar los síntomas y la viabilidad del uso de pruebas en serie con hisopado
nasofaríngeo, para identificar personas agregadas con infección por Coronavirus tipo 2
del Síndrome Respiratorio Agudo Grave o SARS-CoV-2. Dependiendo de los
resultados de sus pruebas, las personas identificadas, fueron sujetas a un aislamiento
médico o, a permanecer en cuarentena. De esta manera, se identificaron grupos de
presintomáticos y asintomáticos. Se consideraron presintomáticos, a los individuos que
manifestaron síntomas luego de realizada la toma de muestra y test PCR-RT (detección
de material genético viral) con resultado positivo para el SARS-CoV-2. Los
asintomáticos, fueron aquellos que tuvieron un test PCR-RT positivo para el SARS-
CoV-2, pero no manifestaron síntomas los 2 meses previos o durante los 14 días
posteriores al testeo (hisopado). Uno de los principales hallazgos sujetos a considerar
fueron la realización de testeos seriales de aquellos contactos con personas COVID-19;
lo cual implica poder identificar casos presintomáticos y asintomáticos, que no son
discriminados por el monitoreo clínico de síntomas (cuestionario/control
térmico/saturometría de pulso). En este aspecto, los autores del estudio recomiendan
que debiera iniciarse dichos testeos a partir del caso 0. El hecho de testear a todos los
contactos estrechos (incluso asintomáticos), incluso ampliando la estrategia de testeo
(testeo semanal de asintomáticos) para optimizar el control de la transmisión y
propagación de la enfermedad. Subrayando en este aspecto, dos importantes situaciones,
a saber; a) contar con personal capacitado, b) contar con capacidad y disponibilidad de
laboratorio. Conforme a ello, el reporte esgrime que la dinámica de efectuar testeos
seriales en lugares cerrados de detención, es de fundamental importancia para identificar
personas infectadas y dar una pronta y efectiva respuesta en salud pública penitenciaria.
Así, disminuirá la transmisión en centros de detención, lo que redundará en la
disminución de la transmisión y propagación en la comunidad donde el personal
penitenciario vive y, donde los detenidos retornarán al momento de ser excarcelados.
Para finalizar, importan dos instancias; primera, una importante pregunta que agrega
este informe, radica en que el testeo de contactos en cuarentena de pacientes COVID-19
en centros de detención (servicio penitenciario, comisarías y alcaidías), identificará un
aumento de la proporción de casos asintomáticos y presintomáticos, que no fueron
diagnosticados mediante el monitoreo clínico; segunda, implicancias en salud pública.
En este aspecto la detección temprana y el aislamiento de pacientes COVID-19,
mediante testeo de contactos estrechos, disminuirá la transmisión del SARS-CoV-2 en
centros de detención, ya sea permanente y/o transitoria. El testeo serial, especialmente
de contactos estrechos, ayudará a la identificación de casos y la inmediata respuesta del
sistema sanitario.
Nota del autor: seguramente lo reportado en este informe debiera implicar en nuestro
país, una colaboración como así también, una ampliación y reconsideración de las
políticas sanitarias y penitenciarias actualmente vigentes.
Dr. Omar Angel Gabrielli
Consultor Médico – Instituto de Estudios Criminológicos