Madres que matan: Una visión general de la situación Psicológica y Legal de Estados Unidos Perspectivas sobre el Infanticidio.
Mothers Who Kill: An Overview of America’s Psychological and Legal Perspectives on Infanticide. J Foren Psy, Vol. 5 Iss. 1 No: 154. doi:10.35248/2475-319X.19.5.154.
De manera introductoria, el presente trabajo a considerar en este ateneo bibliográfico subraya que conforme la casuística del Departamento de Salud y Servicios Humanos (USDHHS) de los EE. UU. los siguientes datos de interés criminológico; un niñopor día es asesinado antes de cumplir su primer cumpleaños de vida; como así también, que cuatro niños por día mueren por negligencia y abuso. Así se destaca, que la mayoría de los asesinatos son cometidos por familiares cercanos; resaltando que acorde a las investigaciones realizadas, los niños “víctimas” más comunes de filicidio son aquellos menores de un año de edad. Paralelamente a ello, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), reporta que las posibilidades de una persona de ser asesinada son mayores el día del nacimiento que en cualquier otro momento de su vida, sugiriendo que casi el 82,6 % de los homicidios infantiles ocurrieron el día del nacimiento. Afín para poder determinar las razones por la cual se cometen este tipo de homicidios por familiares tan directos, se han propuesto una serie de categorías o condiciones en diferentes revisiones bibliográficas. En este aspecto, resulta de interés una, la cual contempla cinco categorías, a saber: 1) neonaticida (el asesinato de un niño no deseado), 2) enfermedad mental (mujeres que matan a sus hijos como efecto de sufrir un trastorno mental), 3) psicosis posparto (mujeres que matan a sus hijos debido a un episodio psicótico causado por un desequilibrio hormonal después del parto), 4) altruismo o «asesinato por piedad» (madres que creen que la muerte de su hijo es lo mejor para él o ella), y 5) infanticidio accidental (la muerte del niño es causada por negligencia, abuso o ambos). El presente trabajo de investigación se concentró específicamente en la problemática con aquellas madres que matan a sus hijos dentro de los doce meses posteriores al parto, como resultado de negación afectiva, trastornos mentales o trastorno posparto. He aquí entonces, las siguientes definiciones y conceptos de interés criminológico.
NEONATICIDIO: se lo reconoce como el asesinato de un niño dentro de las primeras veinticuatro horas de vida por “exposición al hambre, estrangulamiento, asfixia, envenenamiento, abandono o el uso de un arma letal. Vale subrayar en este contexto el denominado “síndrome neonaticida”, una condición en la que la madre no planea la muerte del niño de antemano pero, al mismo tiempo no reconoce que ella está embarazada. Estudios realizados al respecto, han documentado que el neonaticidio es cometido principalmente por mujeres jóvenes y solteras, que viven con sus padres y en la mayoría de los casos niegan tener relaciones sexuales y por tanto cursar embarazos. De hecho los nacimientos, mayormente suelen ocurrir fuera del ámbito hospitalario. En este sentido, los estudios de investigación muestran que más del 95 % de los recién nacidos muertos durante las primeras veinticuatro horas no nacieron en hospitales, sino en otros lugares como ser baños privados o públicos, parques y hoteles. Este estudio resalta como ya hemos comentado, que la mayoría de las madres que incurren en este tipo de delito muestran síntomas de negación de embarazo/gestacional. Han sido descriptos tres tipos de negación gestacional, a saber; 1°: involucra sentimientos de incertidumbre el hecho de estar embarazada y las ilusiones de que realmente esto no suceda; 2°: incluye la negación donde la joven madre reprime cualquier pensamiento relacionado con el embarazo; 3°: lo configura el engaño deliberado o negación afectiva e involucra a madres que hacen todo para encubrir sus embarazos. En este mismo contexto, se cita que todos los tipos clínicos de negación del embarazo son muy graves y, que en muchos casos conducen a la muerte del recién nacido; se encontró también que la negación afectiva es una condición muy controvertida. Bajo este síndrome, se puede observar que la mujer pasa la mayor parte de su embarazo fingiendo que no está embarazada e ignorando los cambios emocionales y físicos que le están sucediendo a su cuerpo. La misma, se vuelve muy ocupada, principalmente intentando ocultar su embarazo para que se convierte en parte de ella y no permitir decidir qué va a pasar después del nacimiento de su hijo. De hecho, muchas mujeres que se involucran en la negación afectiva creen que, dado que fueron capaces de engañar a todos los que las rodean, se torna posible que el bebé ni siquiera sea real. Otros investigadores indican también, que la neonaticida también podría dividirse en otros dos tipos. El neonaticidio activo, que ocurre cuando un recién nacido muere como resultado de la violencia, y el neonaticidio pasivo, cuando por negligencia se causa la muerte del recién nacido.
ENFERMEDAD MENTAL E INFANTICIDIO: la enfermedad mental ha sido identificada como el factor de riesgo número uno para cometer un filicidio, la gran mayoría de estas mujeres matan a sus hijos como consecuencia de sufrir una psicosis aguda. A diferencia de lo considerado en el síndrome neonaticida, aquí las mujeres con patologías mentales que participan en el delito de infanticidio suelen ser mayores, estar casadas o tener una relación más estable y utilizar métodos que implican violencia al momento de asesinar a sus hijos. Otro dato muy interesante que nos sugiere el presente estudio sobre aquellas mujeres que por su enfermedad mental matan a sus hijos, es que estas tienen menos probabilidades en comparación con el resto de las madres filicidas, de intentar ocultar el crimen. También se advierte que estas mujeres presentaban alucinaciones y delirios, que en muchos casos involucraban voces que invocaban el sacrificio de sus hijos. Asimismo, se ha demostrado que la esquizofrenia, la paranoia aguda y maníaca y la depresión, son los tres factores de riesgo más comunes para matar a un niño. Otro dato no menor que acentúa este estudio es que muy a menudo, el infanticidio cometido en presencia de una patología mental está motivada por motivos secundarios, como ser, poner fin al sufrimiento del niño o protegerlo de la miseria futura.
PSICOSIS POSTPARTO E INFANTICIDIO: la depresión postparto, es uno de los tres tipos de trastornos del estado de ánimo en la mujer posparto. Los otros dos, incluyen la tristeza y la psicosis posparto. Mientras que la tristeza posparto incluye síntomas como irritabilidad, llanto, cambios de humor, ansiedad y desorientación; los mismos suelen tener una duración de unas pocas semanas y no tienen un efecto importante en el estado mental de la madre. En cambio, la depresión postparto se encontró en un número mucho menor de mujeres, siendo sus síntomas mucho más severos. La depresión posparto se la define médicamente como «depresión clínica que acontece durante las semanas y meses posteriores al parto». Entre los síntomas de la depresión posparto, las madres pueden experimentar alteraciones del sueño, fatiga, pérdida de interés en cosas que solían disfrutar, ausencia de sentimientos por el recién nacido, culpa excesiva, e ideación suicida. En este aspecto, los autores reiteran que uno de los principales marcadores de la psicosis postparto, son las fantasías delirantes relacionadas con el recién nacido. La mayoría de las mujeres informan alucinaciones auditivas, en las que las voces las instan a matar al neonato. La psicosis postparto incluye diferentes cuadros y representa una emergencia psiquiátrica, ya que pone en riesgo la vida de la madre y del niño. Por definición, la psicosis postparto es de corta duración e, incluso si no se trata, los síntomas prácticamente siempre desaparecen en varios meses de aparición. Vale citar, con sumo interés médico y criminológico, lo formulado por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), en el cual se reconoce el vínculo entre el trastorno mental posparto y el infanticidio en el contexto del delirio, no consideradas como clasificaciones separadas.
ALTRUISMO O «ASESINATO POR PIEDAD» E INFANTICIDIO: en este aspecto se ha sostenido desde la psiquiatría, que muchas mujeres asesinas que no han podido explicar las razones por las cuales mataron a sus hijos, probablemente habrían sufrido «trastornos afectivos con inicio posparto«. Ha sido descripto que la naturaleza de estos trastornos es más de origen sociológico y económico, y estaría influenciada por el entorno en el que viven las madres más que por un factor fisiológico. Muy a menudo, estos trastornos pueden ser provocados por abusos emocionales, físicos o sexuales al que la madre fue sometida cuando era niña o justo antes del asesinato del recién nacido. En muchos casos, la falta de educación, las finanzas o la falta de ayuda para criar al niño también pueden llevar a la madre a cometer filicidio. En este aspecto, los autores subrayan que obviamente, no sería científico afirmar que la falta de educación o estabilidad financiera o incluso una infancia abusiva lleve a no tener otra opción que matar a su hijo. Se sostiene como digno a mencionar, que las víctimas del altruismo suelen ser niños mayores. El crimen de altruismo se dirige muy a menudo a como «muerte por piedad» debido a la noción de que la madre mató a su descendencia porque ella creía que el niño estaba mejor muerto que vivo. Investigaciones sobre niños que murieron como resultado de un “asesinato por piedad”, muestra que la mayoría de esta forma tan particular de filicidio fue cometida por madres que planeaban suicidarse (mundo demasiado cruel para que el niño viva sin una madre). De hecho, se sostiene estadísticamente en EE. UU., que el 35% de las madres que cometieron el crimen de altruismo fueron suicidas.
Finalmente y a modo de conclusión médico legal y criminológica, los autores sostienen los siguientes argumentos. Parece ser que clasificar el infanticidio según el estado de salud mental de la madre tendría más sentido y sería lo más justo. No obstante ello, se debiera tener en cuenta que casi todas las madres que cometieron infanticidio probablemente lo atribuirían a una enfermedad o discapacidad mental. Concluyendo, y desde un punto de vista estrictamente legal, decidir la fe de una persona que cometió un delito de neonaticidio o infanticidio únicamente determinando si estaba mentalmente insano o no durante el acto del asesinato, se perfila como problemático y no siempre fácil de probar.
BIBLIOGRAFÍA
Dr. Omar Angel Gabrielli
Asesor Médico – Instituto de Estudios Criminológicos